Mujeres usan decenas de productos de belleza con químicos que pueden causar cáncer, señala estudio

Un equipo de investigadoras descubrió que más de la mitad de mujeres que participaron en su estudio siguen expuestas a productos de belleza y de higiene con químicos que, desde hace años, han sido clasificados como probables sustancias cancerígenas.
El estudio contó con la participación de 70 mujeres latinas y afroamericanas de Los Ángeles, California. El 53% de las participantes afirmó utilizar productos de uso diario que contienen formaldehído y conservantes liberadores de formaldehído (FRP, por su nombre en inglés). Entre los señalados hay productos para el cabello, para el cuidado de la piel y cosméticos.
El estudio arrojó que las mujeres usaban un promedio diario de 17 productos, con un mínimo de cinco y un máximo de 43 productos. Entre todos estos había un adhesivo para pestañas que listaba formaldehído como ingrediente y 41 productos (el 3.6 %) que contenían algún FRP como ingrediente. En la lista de productos con carcinógenos había 20 lociones corporales, seis jabones o geles de ducha corporales y tres shampús.
El formaldehído se utiliza en productos de cuidado personal para prevenir el crecimiento microbiano y extender la vida útil, sin embargo, debe considerarse especialmente peligroso, ya que, además de su acción irritante y alérgena, la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, un órgano adscrito a la Organización Mundial de la Salud, ha clasificado al formaldehído como una sustancia probablemente cancerígena (grupo 2A, es decir, con evidencia limitada en humanos pero suficiente en animales de laboratorio).
“Es realmente preocupante que estemos añadiendo intencionalmente sustancias químicas que liberan un carcinógeno a los productos que nos aplicamos a diario”, dijo Robin Dodson, directora de investigación del Silent Spring Institute, una organización sin fines de lucro de Estados Unidos que estudia las causas ambientales del cáncer de mama.
“El formaldehído es un excelente conservante, por eso se utiliza como líquido para embalsamar”, añadió la también autora principal del estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters. “Y debemos recordar que el formaldehído es un carcinógeno”.
Una recomendación que las autoridades de salud de Estados Unidos, México y otros países, no han atendido del todo. La Unión Europea prohibió el formaldehído como ingrediente cosmético en 2009, y cualquier producto cosmético que contenga un FRP por encima de la concentración aceptada debe incluir una advertencia. En Estados Unidos, solo 12 de los 50 estados han propuesto o aprobado leyes que regulan el uso de formaldehído en estos productos.
¿Cómo es que estos productos siguen disponibles?
Aunque este es uno de los primeros estudios que demuestra la presencia de formaldehído y FRPs en una amplia variedad de productos de cuidado para el cuerpo, la polémica no es reciente. A finales de 2022, un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) halló que el uso frecuente de productos para alisar el cabello aumentaba el riesgo de padecer cáncer uterino, productos que eran adquiridos en su mayoría por mujeres afroamericanas.
La controversia detonó fuertes debates acerca de las desigualdades de género en la salud y sobre los estándares de belleza que se imponen a las minorías, polémica que motivó al gobierno de Estados Unidos a implementar medidas. Una propuesta que iba a ser elaborada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), sin embargo, la agencia reguladora ha demostrado ser incapaz de prohibir el formaldehído, ya ni se diga retirar estos productos del mercado o, al menos, incluir una advertencia.
Por el momento, corre a cargo de la consumidora verificar en la lista de ingredientes que su compra no incluya la palabra “formaldehído”, “metanal” o algún FRP en su lista de ingredientes, un ejercicio un tanto complicado ya que a veces estas sustancias van a estar indicadas por su nombre químico, como DMDM hidantoína.
“A muy corto plazo, mañana, creo que las consumidoras deberían esforzarse al máximo por leer las etiquetas de los productos”, dijo Dodson. “A largo plazo, creo que debe haber una solución regulatoria. Tiene que reducirse a la prohibición de ingredientes, probablemente a nivel estatal”.