MrBeast es demandado en México por uso indebido de los sitios arqueológicos mayas

El video cierra con la promoción de un sorteo patrocinado por Jack Link’s, empresa que comercializa un snack de carne seca, en el que ofrece repartir 500,000 dólares entre 10 personas que se suscriban a su canal.
Opiniones opuestas sobre el actuar de MrBeast
El INAH reiteró que “siempre estará abierto a las propuestas audiovisuales que contribuyan al conocimiento y la difusión del patrimonio arqueológico y cultural de México. [Sin embargo], condena a quienes, con fines comerciales y de lucro, desvirtúan el valor de las zonas arqueológicas, que son legado de nuestras culturas originarias y orgullo nacional”.
La titular de la Secretaría de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, respaldó la postura del Instituto. En sus redes sociales manifestó: “Estamos en desacuerdo con quienes se aprovechan de la buena disposición institucional para violentar los términos de las autorizaciones otorgadas”.
En contraste, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, expresó estar “profundamente agradecida” con MrBeast por difundir la riqueza de la cultura maya a nivel internacional. “Su presencia generó una derrama económica directa en las comunidades locales y una promoción turística de gran alcance. No cobró ni un solo peso”, afirmó.
Aseguró además que el influencer “actuó con absoluta responsabilidad y respeto”, cumpliendo con los permisos y procedimientos emitidos por el INAH. “Si existe alguna inconformidad por parte de la Secretaría de Cultura, les solicitamos dirigir sus inquietudes al Gobierno del Estado de Campeche, ya que asumimos la responsabilidad de mostrar al mundo la riqueza cultural y natural que nos define”, concluyó.
La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, vigente desde 1972, tiene como objetivo proteger el patrimonio cultural de México. Establece que estos bienes son propiedad de la nación, inalienables e imprescriptibles. Bajo esta normativa, su utilización con fines comerciales requiere autorización expresa.
La legislación también determina que cualquier intervención, uso o modificación de estos espacios debe contar con la aprobación del INAH o, en su caso, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), ambos responsables de su conservación y resguardo. Asimismo, contempla sanciones para quienes alteren, dañen o empleen indebidamente los monumentos o sitios protegidos.