qué hacer en Córdoba, Mendoza y Rosario en menos de tres días

Las distancias entre ciudades argentinas son grandes, por lo que llevan tiempo a recorrerlas. Por lo tanto, organizar una jornada en cada una de ellas para realizar un viaje fugaz de horas o, incluso, pocos días puede resultar provechoso y placentero para optimizar los momentos, permitiendo visitar los lugares más turísticos de cada lugar.
En momentos donde el reloj apremia y las escapadas son cada vez más cortas, es importante tener presente qué hacer en un destino en uno, dos o tres días. Ya sea en feriados o fines de semana largos, lugares como Rosario, Córdoba o Mendoza cuentan con propuestas intensas para descubrir su identidad en poco tiempo y aprovechar al máximo la estadía.
Turismo: qué actividades se pueden hacer en Córdoba, Mendoza o Rosario
Saber moverse en la ciudad es una aventura, debido a que, organizar actividades y recorridos, buscar hospedaje y restaurantes para disfrutar de la gastronomía del lugar es parte de la misma. De hecho, salir a cenar es más que una regla natural a cumplir, es una experiencia sensorial que invita a conocer más de la cultura del lugar.
Rosario
En el caso de Rosario, a 300 kilómetros del Obelisco, demanda tres horas de viajes en auto y cuatro en micro. Sí se cuentan con 24 horas, una de las claves es salir del hotel o departamento para conocer el Monumento a la Bandera, símbolo absoluto de la ciudad es una correcta decisión, ya que, además, se aprovecha para caminar por la costanera, visitar el Parque España y almorzar en el histórico barrio Pichincha, con alma bohemia. Por la tarde, se puede disfrutar del arte en el Museo Castagnino y cerrar el día con un atardecer en la rambla Cataluña completa el recorrido.
Si la estadía es de dos días, se puede añadir una mañana en la Isla El Espinillo con paseo en lancha y pícnic es ideal, especialmente en las temporadas cálidas, pero para conocer o añadir la pesca a la excursión es otra buena opción. También, se encuentra disponible una visita al Mercado del Patio para probar productos regionales y, a la noche, degustar los platos autóctonos y tradicionales en una cena gourmet en el boulevard Oroño y un espectáculo en el Teatro El Círculo.
A lo anteriormente mencionado, con la disponibilidad de tres días para recorrer, se puede agregar una escapada al Acuario del Río Paraná o al Bioparque La Granja y, para aquellos que gustan de la historia, pueden tomar cierta distancia de la ciudad y arribar al Complejo Museológico del Pino de San Lorenzo, en la localidad del mismo nombre distante media hora del centro de Rosario en dirección norte para conocer la historia del Padre de la Patria, Don José de San Martín.
De regreso a la ciudad, disfrutar de una merienda en el mítico Bar El Cairo y pasear por la peatonal es otro de los paseos bien rosarinos que se pueden hacer para cerrar tres días con una cena a base de pescado de río a modo de despedida.
Córdoba
“La Docta” se encuentra a 715 kilómetros de la Calle Corrientes y, se puede arribar en una hora de vuelo, ocho horas en auto y poca más de 10 en micro. Se trata de la segunda ciudad del país y tiene de todo para hacer combinando vida con ritmo capitalino y naturaleza a pocos kilómetros. Por eso, explorar el centro histórico visitando la Manzana Jesuítica, la Catedral y el Cabildo, con almuerzo en Güemes, un barrio con bares, ferias y murales, es un itinerario bien cargado y rico culturalmente para un día en Córdoba.
Si se cuentan con 48 horas, luego del descanso con vista a las sierras o la ciudad, al segundo día en Córdoba puede añadirse una visita a la Ciudad Universitaria y al Parque Sarmiento en la mañana y, por la tarde, recorrer museos como el Emilio Caraffa. Y, en la noche, degustar la gastronomía cordobesa con una cena con vista a Nueva Córdoba para enamorarse de la urbe y querer volver por más.
En el caso de que se trate de un viaje de tres días, el tiempo bien repartido da para hacer una escapada a las Sierras Chicas de Villa Allende, Mendiolaza o La Cumbre. Allí, se podrá aprovechar a realizar caminatas, conocer el arte local y las casonas de época, como también disfrutar del aire libre y un desayuno o merienda en las casas de té entre montañas.
Mendoza
A 1.050 km del Rosedal de la Ciudad, distante 90´ en avión, 13 horas en auto y poco más de 14 en micro, se encuentra la “puerta” a la majestuosa Cordillera de Los Andes.
Si se cuenta con 24 horas en la Capital Nacional del vino, se puede caminar por el Parque General San Martín y subir al Cerro de la Gloria es indiscutible. En la altura, la cima espera con el relato de la historia en detalle del cruce de Los Andes y vistas increíbles a las montañas. Al bajar, es recomendable almorzar con vino en la zona de la calle Arístides, la “Calle Corrientes” de Mendoza con mucha movida de bares, sobre todo por la noche, y restaurantes y un vaivén de gente caminándola. Y por la tarde, visitar una bodega urbana o el Museo del Vino completa un día perfecto.
Mendoza es un lugar ideal para disfrutar de una escapada
En el caso de contar con 48 horas, si bien no alcanza para descubrir toda la riqueza cultural, en una estancia de dos días, se puede sumar una excursión a Luján de Cuyo recorriendo el corredor productivo o, Maipú donde hacer degustaciones, visitar bodegas boutique y deleitarse con paisajes entre viñedos. Cenar en un restaurante con vista a la Cordillera es el broche perfecto para despedirse de Mendoza.
Si se cuenta con 72 horas de aventuras, se puede disfrutar con gastronomía de autor, cultura e historia mezclada con degustaciones de vinos, quedaron atrás en los primeros dos días, ya que, si el viaje dura tres jornadas, es imposible dejar la Ciudad y la provincia sin animarse al turismo aventura. Por eso, hacer rafting en el río Mendoza, Trekking en Potrerillos o cabalgatas en la precordillera es un plan inolvidable, aunque, si la preferencia consiste en disfrutar del aire y el relajarse antes de volver a la rutina, una tarde de spa entre viñas en un lugar montañoso cierra el viaje de una manera especial para recargar energías para retomar la rutina.