Ajuste en cultura y educación: cuáles son los institutos históricos disueltos por el Gobierno | Vía DNU

El Gobierno dispuso la disolución de varios organismos desconcentrados y descentralizados del ámbito cultural y educativo con la excusa de “ordenar y equilibrar las cuentas públicas, transparentar el gasto, y lograr una administración eficiente de los recursos disponibles”. Uno por uno, cuáles son los institutos afectados.
La medida, oficializada mediante el Decreto 346/2025 que se publicó este jueves en el Boletín Oficial, dispuso que varios de estos institutos dejen de ser autónomos y pasen a ser unidades internas de la Secretaría de Cultura.
Asimismo, entre otras disposiciones, se remarcó que las funciones de los organismos disueltos serán asumidas por la cartera que dirige Leonardo Cifelli, un funcionario que debe realizar un gran esfuerzo mental para recomendar libros y películas; y el Ministerio de Capital Humano.
El Gobierno tiene la facultad para realizar estas modificaciones gracias a “Ley Bases” N° 27.742, por la cual se declaró “la emergencia pública en materia administrativa, económica, financiera y energética por el plazo de un año”.
Cuáles son los organismos afectados
El DNU borró de un plumazo varios organismos desconcentrados y descentralizados del ámbito de la cultura y la educación, los cuales promovían la investigación y la difusión de la vida y obra de referentes patrios que lucharon por el sostenimiento de la soberanía y la independencia nacional, entre otros idearios contrarios a los de La Libertad Avanza —el cual bajo su régimen político y económico sometió al país a las demandas del Fondo Monetario Internacional (FMI)—.
En este sentido, alguno de los afectados por decisión de la Administración nacional son el Instituto Nacional Belgraniano, el Instituto Nacional Browniano, y el Instituto Nacional Newberiano.
En rigor, eran organismos dedicados a preservar y difundir la memoria de figuras clave de la historia argentina. El Belgraniano promovía el estudio y la enseñanza de la vida y obra de Manuel Belgrano; el Browniano hacía lo propio con la figura de Guillermo Brown y la historia naval del país; y el Newberiano se enfocaba en Jorge Newbery, impulsando el conocimiento sobre los orígenes de la aviación argentina.
Los tres desarrollaban actividades educativas, culturales e investigativas para fortalecer la identidad nacional a través del legado de estos próceres. Sin embargo, el Gobierno consideró “conveniente la disolución de los mencionados Institutos“.
También disolvió el Instituto Nacional Juan Domingo Perón y la Comisión Permanente de Homenaje a Perón. “El sostenimiento de ese Instituto y de la citada Comisión representa una carga presupuestaria evitable, ya que la enseñanza y difusión de la historia nacional se encuentran plenamente garantizadas a través del sistema educativo y de instituciones ya existentes”, justificó el Gobierno, enfáticamente antiperonista.
En tanto, algunos entes dejarán de ser organismos autónomos y pasarán a ser unidades internas de la Secretaría de Cultura. Por ejemplo, el Museo Nacional de Bellas Artes: “No impactará en su elevado reconocimiento y valoración artística”, indica el documento. Justifican esta decisión basándose en experiencias con otros 22 museos que forman parte de la Secretaría, “no advirtiéndose desmedro en su funcionamiento y cumplimiento de sus competencias de forma eficaz y eficiente“.
Otra implicancia del decreto es que incluye la transformación de otros organismos, como el Centro Cultural Néstor Kirchner, Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento, y el Parque Tecnópolis del Bicentenario, Ciencia, Tecnología, Cultura y Arte. Los convierte a ambos en unidades organizativas de la Secretaría de Cultura, para, según el Gobierno, evitar la dispersión de decisiones políticas y asegurar la continuidad de las actividades culturales. El personal estable se reubicará según la Ley 25.164, precisaron.
Por otro lado, se instruyó a la Secretaría de Cultura y al Ministerio de Capital Humano a tramitar las modificaciones presupuestarias necesarias para reflejar los cambios en el Presupuesto General de la Administración Nacional.
Los inmuebles y vehículos de los organismos disueltos serán transferidos a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y a Capital Humano para su reasignación o disposición, con la autorización previa del Poder Ejecutivo Nacional.
Se remarca también en el texto que los organismos que se disuelven deberán presentar sus balances contables finales ante la Contaduría General de la Nación, según las normas que ésta determine.
De dónde surge esta decisión
Esta decisión forma parte de un proceso de desguace del Estado, como viene presumiendo la Administración de La Libertad Avanza. Según el documento publicado en el Boletín Oficial, la propuesta se originó desde la cartera que dirige Federico Sturzenegger.
De allí se desprende que, al 7 de febrero, “existían 111 organismos públicos, de los cuales 40 son desconcentrados y 71 descentralizados”. Además, se indicaba que “los organismos desconcentrados y descentralizados cuentan con “un elevado número de unidades organizativas y con 477 autoridades superiores, lo que ha dado lugar a una estructura excesivamente onerosa para el Ejecutivo Nacional“.
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