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Las primeras imágenes imágenes del polo sur del Sol son sorprendentes


Fue el 5 de febrero de 2020 cuando despegó Solar Orbiter, una de las sondas más avanzadas jamás diseñadas para estudiar nuestra estrella. Desde entonces, la sonda de la agencia espacial europea ha ido inclinando cada vez más su trayectoria hasta que, por primera vez en la historia, ha permitido vislumbrar los polos del Sol. En el siguiente video de la ESA puedes apreciarlo.

Los objetivos de Solar Orbiter

El principal objetivo de Solar Orbiter es estudiar la heliósfera, el entorno electromagnético que rodea al Sol, dominado por su actividad y los vientos solares. A través de las numerosas sondas solares que han viajado en el pasado o que aún se encuentran alrededor del Sol, hemos aprendido sobre él, pero aún quedan muchas preguntas sin respuesta, especialmente en lo que se refiere a la actividad del campo magnético del Sol y a las intrincadas relaciones entre las regiones activas de la superficie estelar y los fenómenos eruptivos como las erupciones solares, las prominencias y los vientos. El estudio de los polos de la estrella aportará piezas fundamentales a este rompecabezas.

ESA/Solar Orbiter

Por qué los polos

Casi todos los datos de que disponemos sobre el Sol se han obtenido observándolo desde el ecuador. Porque es la opción energéticamente más conveniente: la Tierra orbita (más o menos) alrededor del ecuador del Sol, y lo mismo hacen las sondas que acaban de lanzarse. Se puede decidir cambiar su órbita, inclinándola, pero esto tiene un costo en términos de energía. Por eso Solar Orbiter ha realizado y seguirá realizando numerosos sobrevuelos de Venus: para aprovechar su energía mediante el fenómeno de la asistencia gravitatoria e inclinar así cada vez más su trayectoria.

La sonda y los instrumentos

Para alcanzar sus objetivos, Solar Orbiter lleva un total de diez instrumentos científicos. Algunos de ellos se ocupan de mediciones in situ, es decir, relacionadas con el entorno que rodea a la sonda. Por ejemplo, esta categoría incluye instrumentos diseñados para recoger datos sobre el viento solar, las partículas de alta energía y el campo magnético de la heliósfera. Los demás instrumentos se utilizarán para el estudio a distancia de la superficie y la atmósfera del Sol. Muchos de ellos lo observarán en el ultravioleta, donde el Sol ofrece más detalles, utilizando un coronógrafo, un telescopio equipado con un dispositivo de ocultación que cubre el disco solar, mostrando únicamente la región de gas que lo rodea.

Una mirada al polo

El 23 de marzo, el Solar Orbiter observó el Sol desde una inclinación de 17 grados respecto al ecuador solar: suficiente para ver directamente el polo sur del Sol por primera vez. “Los polos solares son literalmente terra incognita“, afirma el profesor Sami Solanki, del Instituto Max Planck, en el comunicado de prensa de la ESA. Solar Orbiter no perdió la oportunidad de observar esta nueva región del Sol con la mayoría de sus instrumentos, como el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI, o Generador de imágenes polarimétrico y heliosísmico) o el Extreme Ultraviolet Imager (EUI, o Generador de imágenes ultravioleta extremo). La observación con los distintos instrumentos permite comprender con más detalle la dinámica del plasma solar en la región del polo, ya que cada instrumento observa frecuencias diferentes y, por tanto, distintas capas atmosféricas del Sol.

El momento más caótico

El Sol tiene un ciclo de actividad de unos 11 años, en el que se vuelve más o menos activo, mostrando más o menos manchas y, por tanto, más o menos actividad magnética. Cada ciclo solar también invierte su polaridad, intercambiando el norte y el sur magnéticos, y ahora nos encontramos en uno de estos momentos. Los instrumentos del Solar Orbiter pudieron observar el polo del Sol en un momento en el que se estaba produciendo este intercambio, y ambas polaridades (norte y sur) estaban presentes en el polo sur geográfico.

Las primeras imgenes imgenes del polo sur del Sol son sorprendentes

ESA/Solar Orbiter

El futuro

Los datos del sobrevuelo aún se están analizando y permitirán realizar muchos más estudios en el próximo período. En los próximos años, la sonda inclinará aún más su trayectoria con nuevos pases cercanos al planeta Venus. El del 24 de diciembre de 2026, por ejemplo, la llevará a una inclinación de 24 grados sobre el ecuador. El objetivo final, que la sonda alcanzará el 10 de junio de 2029, es llegar a una inclinación orbital de 33 grados con respecto al ecuador del Sol: de este modo será posible observar el polo con mucho más detalle que ahora. Con cada órbita, ofrecerá una gran cantidad de detalles sobre esta tierra desconocida, revolucionando nuestro conocimiento del astro que ha permitido la vida en la Tierra durante cuatro mil quinientos millones de años.

Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.



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