Congreso en Merlo: el peronismo busca sellar su frente, aunque hay final abierto | Cónclave para discutir el armado bonaerense

Sin margen para romper, el peronismo se reunirá este sábado en Merlo para sellar una nueva alianza e inscribir, el próximo miércoles, el frente electoral con el que competirá —por primera vez— en una elección desdoblada en la provincia de Buenos Aires. “La situación está enrarecida, pero va a ordenar la política”, confió a este diario un intendente del Movimiento Derecho al Futuro, sintetizando el clima espeso que envuelve las negociaciones. En La Plata ya bajaron el pulgar a las listas colectoras como herramienta para resolver los conflictos locales: cada distrito deberá ordenar su interna. La resolución empoderó a los intendentes. Los frentes deben inscribirse el 9 de julio, y hasta entonces reinará la desconfianza. En ese marco, una de las tribus ya trabaja con “dos carpetas”: la de la unidad y la del plan B, por si la primera no prospera.
“Todos vamos a llegar al 9 con distintas carpetas”, adelanta un dirigente del Movimiento Derecho al Futuro. “La de la unidad, y otra por si se frustra el acuerdo”. La frase resume el escenario de final abierto que se proyecta hacia el cierre de alianzas y deja entrever que, aunque todos repiten que quieren la unidad, su construcción es mucho más compleja de lo que parece. En el espacio que lidera el gobernador Axel Kicillof aseguran contar con una serie de sellos para inscribir su propia alianza. Son las cartas que habrá que analizar una vez finalizado el Congreso: si realmente se pusieron todos los partidos sobre la mesa o si alguno guarda algo para un armado de último momento.
La realización del Congreso fue una exigencia del sector que responde a Kicillof, ante la sospecha de un cierre que lo dejara afuera del armado. Finalmente, el encuentro se llevará a cabo este sábado a partir de las 12 en el Teatro Municipal de Merlo. Incluso la locación fue motivo de disputa: Fernando Espinoza, que preside el Congreso, presionó para que se hiciera en La Matanza, pero se terminó acordando que fuera en Merlo. Se impuso el presidente de PJ.
En principio, debería ser una instancia casi administrativa, pero el cúmulo de tensiones posteriores a la última charla tripartita del domingo en La Plata —entre Sergio Massa, Máximo Kirchner y Kicillof— mantiene abiertas todas las dudas. El formato será híbrido, con dirigentes presentes en la sala y otros conectados de forma virtual. Máximo Kirchner asistirá como presidente del PJ bonaerense, mientras que el Frente Renovador de Massa enviará a sus congresales provinciales.
Una de las discusiones que sigue abierta es la de los apoderados. El Movimiento Derecho al Futuro quiere tener los propios. Son los últimos en ver las listas antes de que se presenten ante la Justicia Electoral. En ese espacio imaginaban un esquema de “apoderados cruzados” donde uno no pueda hacer nada sin la autorización del otro. Desde otro campamento bajaron el tono y advirtieron que “en ese Congreso no se discutirán apoderados”, y recordaron: “En el PJ ellos ya tienen uno: Coco Giménez”.
Unidad en duda
“Nos gustaría pensar un cierre en común, pero la situación está complicada”, admite un intendente del Movimiento Derecho al Futuro. Las otras fuerzas que participan de la discusión le restan dramatismo. Consultadas sobre la posibilidad de una sorpresa desde el kirchnerismo, insisten en que “está todo tranquilo”. Lo cierto es que las detenciones arbitrarias de cinco militantes involucrados en el escrache a José Luis Espert concentraron tiempo y atención de ese sector en los últimos días.
En el MDF no disimularon cierto malestar: “Son actos que no suman”, deslizaron con tono crítico. El Frente Renovador de Sergio Massa mantiene el pragmatismo. “Si está o no atada con alambre no importa. Vamos a terminar en unidad, porque ya conocemos los resultados de ir separados”, resume un dirigente con realismo.
La lapicera, en manos de los intendentes
“Si hay acuerdo, nadie se desmarca: mandan y arman los intendentes”, señala un jefe comunal al frente de las negociaciones. La frase busca clausurar la discusión sobre las listas colectoras. Sin PASO, encontrar un método para definir candidaturas se convirtió en el mayor desafío del peronismo bonaerense.
Una de las alternativas que se barajaban era habilitar colectoras para ordenar la competencia local sin fracturar la unidad a nivel seccional. Pero la iniciativa encontró resistencias. El Movimiento Derecho al Futuro ya fijó postura: “Toda nuestra fuerza política rechaza las colectoras. Es una definición de consenso”, sostuvo uno de sus referentes en diálogo con este diario. El rechazo categórico anula la posibilidad. La llave la tiene Axel Kicillof, ya que sería el gobernador quien debería habilitarlas mediante un decreto.
El domingo, en La Plata, se acordó avanzar con la conformación de una mesa chica encargada de consensuar candidaturas. La idea es trabajar con una estrategia electoral que contemple la elección de septiembre, pero también la nacional de octubre. En ese esquema, el axelismo tendrá mayor protagonismo en el armado bonaerense, mientras que Máximo Kirchner y Sergio Massa mirarán con mayor detenimiento el armado nacional. Por ahora no volvieron a reunirse.
Para el kirchnerismo, es clave construir un frente que sirva para ponerle un límite a Milei en el Congreso. Esa es la línea que bajó Cristina Kirchner previo a la confirmación de su condena. El próximo miércoles se inscribirán los frentes electorales y, de no mediar sorpresas, quedarán por delante unos diez días para definir las candidaturas y el esquema de composición de las listas.
En los últimos días viene perdiendo peso la posibilidad de una candidatura de Máximo Kirchner. En el MDF creen que no competirá y atribuyen sus últimas apariciones públicas a una estrategia para acumular volumen político y transferirlo a un dirigente de su confianza. En ese sector imaginan a Verónica Magario como una potencial candidata para disputar La Tercera.