¿Cómo será el espacio en 2075? Científicos de la Royal Society anticipan humanos en Marte y vida extraterrestre

La idea de que los humanos no están solos en el universo ha persistido durante siglos, y la humanidad podría estar a unos 50 años de descubrir vida extraterrestre gracias a los avances en investigación espacial. Sin embargo, hallar vida más allá de la Tierra no sería el único gran acontecimiento. Para el año 2075, es posible que las fábricas más contaminantes se trasladen a la órbita terrestre como medida para enfrentar la crisis ambiental y que las primeras colonias humanas se establezcan en Marte.
Estos son algunos de los escenarios contemplados en el informe Space: 2075, elaborado por la Royal Society, que abre el debate sobre las posibilidades, riesgos y consecuencias de los desarrollos espaciales en las próximas cinco décadas.
Este singular estudio pretende ser una herramienta para que gobiernos, organismos reguladores, empresas y el público en general puedan anticiparse a implicaciones tan trascendentales para la industria, la sociedad y la cultura contemporánea como lo fue la revolución industrial del siglo XVIII, según sus autores.
Sir Martin Sweeting, profesor de Ingeniería espacial en la Universidad de Surrey y copresidente del informe, explica en una declaración citada por The Guardian que la intención “no es predecir el futuro, pero este es el tipo de cosas que podrían suceder. Y si las pensamos con antelación, estaremos mejor preparados”.
Fundada en 1660, The Royal Society es la academia nacional de ciencias del Reino Unido y es una de las instituciones científicas de mayor prestigio en el mundo. Su reporte sostiene que, en los próximos años, el acceso al espacio será cada vez más asequible y frecuente gracias a nuevas tecnologías como cohetes reutilizables, satélites de tamaño reducido y vehículos espaciales de una sola etapa (SSTO), impulsados por combustibles ecológicos. Estas condiciones permitirán una expansión sin precedentes de la industria espacial, que podría alcanzar un valor económico de 1.8 billones de dólares en 2035.
El crecimiento del sector implicaría una transformación radical en la ciencia y la producción industrial. “El acceso rutinario y relativamente barato a la órbita podría facilitar la construcción de instalaciones de manufactura a gran escala en el espacio, capaces de fabricar naves sin las limitaciones actuales de lanzamiento”, indican los investigadores.
Estas fábricas orbitales, alimentadas por energía solar o nuclear, podrían sentar las bases para producir bienes en microgravedad, como materiales avanzados y fármacos imposibles de elaborar en la Tierra. La Royal Society también visualiza la creación de una red de laboratorios distribuidos por el sistema solar, ubicados en la Luna, Marte, la órbita terrestre y posiblemente en lunas de otros planetas, como Europa o Encélado. Además, contempla la posibilidad de establecer redes de internet interplanetario mediante sistemas láser y cuánticos, con el fin de garantizar comunicaciones rápidas y confiables.
Los científicos proyectan que ciertas industrias altamente contaminantes podrían reubicarse en el espacio en beneficio del medio ambiente. Por ejemplo, el consumo energético de los centros de datos podría ser abastecido con energía solar, y sus sistemas de refrigeración optimizados gracias a las condiciones del entorno espacial. Asimismo, se prevé el desarrollo de tecnologías innovadoras para la generación energética, como satélites capaces de captar la luz solar y transmitirla eficientemente a estaciones receptoras en la Tierra en forma de microondas o rayos láser.
“Usar recursos de la Luna o de asteroides para sostener a la industria espacial, y reciclar satélites inactivos, podrían disminuir la demanda de materiales terrestres y mitigar algunos de los impactos negativos de la actividad humana sobre el planeta”, añaden.
¿Encontraremos vida extraterrestre?
El informe destaca que, con la participación de diversas naciones y compañías privadas, en los próximos 50 años podríamos presenciar el surgimiento de una economía lunar, basada en el turismo espacial y la posible colonización del satélite. Según el documento, es factible que en un futuro próximo se construyan asentamientos humanos en la Luna y en Marte, con estructuras subterráneas para protegerse de la radiación y las temperaturas extremas.
Este escenario podría hacerse realidad gracias a los avances en terraformación, que buscan adaptar ciertas regiones planetarias para que sean habitables para los seres humanos. “¿Qué ocurriría si los humanos se establecieran en Marte y, eventualmente, comenzaran a nacer personas en el planeta rojo?”, se pregunta Sweeting.