24DigitalWeb

Publicidad y Comunicación

El argumento de eBay para quedar libre de los aranceles de Trump


Algunos artículos de segunda mano no tienen alternativas; las nuevas versiones pueden no ser atractivas, o el producto puede estar descatalogado. También puede ser inevitable buscar en el extranjero artículos de nicho, como bolsas usadas. Los defensores de la economía circular sostienen que la reutilización, incluso cuando implica que un artículo cruce las fronteras nacionales, puede producir algún beneficio medioambiental al reducir los residuos. “Debería haber políticas que animaran a la gente a elegir primero artículos usados”, indica Liisa Jokinen, fundadora de la aplicación de ropa vintage Gem.

“Pre-amados”

A medida que los consumidores buscan productos más sustentables para el medio ambiente y sus bolsillos, ha surgido una nueva cadena de suministro. Los comerciantes reacondicionan y revenden artículos de segunda mano, como ropa y aparatos electrónicos, y un número cada vez mayor de mercados en línea han facilitado a los estadounidenses la adquisición de estos artículos desde casi cualquier parte del mundo.

A principios de este año, la unidad japonesa de eBay reveló un aumento de la demanda de cámaras de segunda mano, ya que la gente entró en pánico comprando antes de que entraran en vigor los aranceles de Trump. En todo el mundo, alrededor del 40% de las ventas brutas de eBay provienen de lo que llama “artículos pre-amados y reacondicionados.”

Anteriormente, las importaciones inferiores a 800 dólares, ya fueran usadas o nuevas, no estaban sujetas a aranceles. Esta exención “de minimis” beneficiaba a los vendedores de eBay, así como a servicios ultrarrápidos con sede en China como Temu y Shein. Trump eliminó la exención para los productos chinos, lo que ha contribuido a que los compradores se hayan llevado un buen susto.

Las personas acostumbradas a comprar artículos de segunda mano y accesorios de lujo por encima del umbral de minimis no se vieron tan sorprendidas por el aumento de las tasas. Sin embargo, Trump ha añadido un arancel mínimo adicional del 10% a nivel mundial. Eso ha obligado a la gente a adaptarse, ya sea aceptando precios más altos o poniéndose creativa.

Isaac Panzarella, copropietario de la tienda Raleigh Vintage de Brooklyn, Nueva York, junto con su esposa, comenta que el aumento de los gastos de envío y la mayor presión para conseguir los artículos adecuados han llevado a la pareja a visitar Europa con más frecuencia, seleccionando personalmente la mercancía para abastecer sus estantes. En su opinión, los artículos de más de 20 años deberían estar exentos de aranceles. “A partir de ese momento, no se desplaza la producción ni se crean puestos de trabajo en Estados Unidos”, aclara. “En todo caso, estamos creando puestos de trabajo”.

Podría decirse que la imposición de aranceles a los artículos usados ha beneficiado a la economía estadounidense durante ciertos períodos. Scott Reynolds Nelson, historiador de la Universidad de Georgia, explica que a principios del siglo XIX, Estados Unidos impusó aranceles elevados a los excedentes militares usados, como chaquetas de lana y ollas de metal procedentes del Reino Unido. Las importaciones baratas habían perjudicado a los comerciantes estadounidenses, afirma. “Existe una buena razón para gravar los artículos de segunda mano si hay alguna industria necesaria que proteger”, explica.

Al final, la compradora de eBay Smith-Darley pagó los aranceles por su codiciado bolso Chanel, que cree que fue fabricado en Italia, en lugar de solicitar una devolución que podría haberla dejado sin bolso y sin 800 dólares. Pero esta semana, Smith-Darley dice que se enteró de que DHL no había podido retener su paquete mientras ella estaba fuera de la ciudad y que será devuelto a Japón. No está claro si recibirá algún reembolso. DHL no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. “Esto es una pesadilla”, manifiesta Smith-Darley.

En cierto modo, las tarifas pueden estar funcionando como se pretendía. Vestiaire Collective está animando a los compradores estadounidenses a elegir productos de segunda mano de vendedores nacionales, y los clientes los están comprando, según Samina Virk, CEO de EE UU. Smith-Darley, por su parte, no está ralentizando su búsqueda de artículos vintage, simplemente se asegura de que los que compra proceden de Estados Unidos. “Antes entraba allí como una idiota”, recuerda. “Ahora soy mucho más cuidadosa”.

Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.



ES.WIRED

Copyright © All rights reserved. | Newsphere by AF themes.