El telescopio James Webb capta una imagen de uno de los exoplanetas más fríos y raros detectados hasta ahora

El telescopio espacial James Webb (JWST, por su nombre en inglés) nos obsequió esta semana otra imagen espectacular, esta vez de uno de los exoplanetas que orbitan la estrella vecina 14 Herculis, ubicada dentro de nuestra propia Vía Láctea, a 58.4 años luz de la Tierra.
Se trata de 14 Herculis c, uno de los dos exoplanetas que se han detectado alrededor de esta estrella (cuyo nombre se debe a la constelación Hércules, donde podemos encontrarla). En la imagen compartida por la NASA, podemos ver a “14 Her c” como esta mancha naranja captada por la NIRCam (cámara de infrarrojo cercano) en el JWST. La luz de la estrella ha sido bloqueada mediante un coronógrafo en la NIRCam.
Hasta la fecha se han detectado cerca de 6,000 exoplanetas, aunque son pocos los que han sido fotografiados directamente. La mayoría de estos son planetas muy calientes, lo que facilita su registro. 14 Her c, en cambio, es un planeta sumamente frío, con temperaturas atmosféricas de -3ºC. Tal vez haga más frío en Chihuahua en el invierno, pero hay motivo para resaltar este importante detalle.
“Cuanto más frío es un exoplaneta, más difícil es fotografiarlo, por lo que este es un régimen de estudio totalmente nuevo que Webb ha desvelado gracias a su extrema sensibilidad en el infrarrojo”, indicó William Balmer, estudiante de posgrado de la Universidad Johns Hopkins. “Ahora podemos ampliar el catálogo no solo de exoplanetas jóvenes y cálidos fotografiados, sino también de exoplanetas más antiguos, mucho más fríos que los que habíamos observado directamente antes de Webb”.
Víctima de un crimen planetario
Antes de la publicación de la susodicha imagen, ya se sabían algunos datos de 14 Her c que despertaban la curiosidad de la comunidad científica. Descubierto en 2005, pocos años después de su “hermano”, 14 Her b, nuestro protagonista es un gigante gaseoso siete veces más pesado que Júpiter, su edad estimada es de 7,000 millones de años, y su órbita es una locura. En lugar de las órbitas ordenadas en un solo plano de nuestro sistema solar, los dos exoplanetas de 14 Herculis orbitan la estrella como una ‘X’, es decir, los planos orbitales están inclinados uno respecto del otro en un ángulo de 40 grados.
Entre contraste entre el sistema solar y 14 Herculis llama mucha la atención, ya que, a primera vista, esta estrella es algo parecida a nuestro Sol; tienen una edad parecida, aunque 14 Herculis es algo más pequeña y fría. Una hipótesis sobre las órbitas de sus dos planetas es que hubo un tercer planeta que salió disparado súbitamente durante la formación de este sistema.
“La evolución temprana de nuestro sistema solar estuvo dominada por el movimiento y la atracción de nuestros gigantes gaseosos”, dijo Balmer, también coautor del estudio aprobado para ser publicado en The Astrophysical Journal Letters. “Estos expulsaron asteroides y reorganizaron otros planetas. Aquí vemos las consecuencias de un crimen planetario más violento. Nos recuerda que algo similar podría haberle ocurrido a nuestro propio sistema solar, y que las consecuencias para planetas pequeños como la Tierra suelen estar dictadas por fuerzas mucho mayores”.
Otras observaciones sobre 14 Herculis c
Además de ser el primer planeta fotografiado en un sistema con órbitas tan desalineadas, hay otros datos que arrojó el estudio gracias a las observaciones con el JWST. Por ejemplo, los investigadores calculan que 14 Her c se encuentra a una distancia de 2,253 millones de kilómetros de su estrella central, en una órbita extraordinariamente elíptica (esta distancia pondría a 14 Her c entre Saturno y Urano en nuestro sistema solar).
En un sondeo de la atmósfera, el JWST también pudo detectar dióxido de carbono y monóxido de carbono a temperaturas en las que tendría que haber metano, indicando unas dinámicas peculiares en la atmósfera. “Este exoplaneta es tan frío que las mejores comparaciones que tenemos y que están bien estudiadas son las enanas marrones más frías”, dijo Daniella C. Bardalez Gagliuffi, de Amherst College, coautora del estudio. “Esto se explica por la agitación atmosférica. Las moléculas formadas a temperaturas más altas en la atmósfera inferior son transportadas a la atmósfera superior, más fría, muy rápidamente”.